martes, 20 de septiembre de 2011

Capítulo 3: Consejos

Volví a leer. Una y otra vez.  No, mis ojos no me engañaban. Es increíble como se puede pasar de la felicidad a la tristeza y la confusión en tal sólo un instante. Había sido una tonta. Había confiado en un chico que acababa de conocer, me había hecho ilusiones, había permitido que jugara conmigo. Nadia insisitó al ver que yo no respondía. También había jugado con ella, o eso supuse. Me imaginé a Fred chuleando con sus amigos, había conseguido a dos chicas en un solo día. Las lágrimas brotaron de mis ojos sin que pudiera hacer nada para detenerlas.  Debía responder a Nadia, pero ahora no tenía ganas. “Ahora vengo”, la dije sin más. Mis músculos se negaban a moverse y permanecí llorando en silencio.
El reloj digital de mi mesilla dio las doce, y pocos minutos después, mi padre entraba en casa.
    - ¿Lily? – dijo desde abajo, no muy fuerte para no despertar a los gemelos.
    - Hola – respondí lo más neutral que pude
    - Siento llegar tan tarde – siguió diciendo mientras subía por las escaleras – No veas la de trabajo que me ha dado el jefe. Ya no sé si me quiere ascender o sólo hacerme la puñeta. ¿Y tu madre?
    - Aún no ha llegado – dije enjugándome las lágrimas antes de que llegara.
Demasiado tarde, tenía los ojos rojos  y él me vio.
    - Lily, ¿estás bien – dijo David.
    - Sí, no te preocupes
    - No lo parece. ¿Estás llorando?
    - No, creo…que he cogido un resfriado o algo – respondí rápidamente
    - Sé que es difícil confiar en los padres y contarles las cosas, y si además es un padrastro más…pero que sepas que puedes contarme lo que quiera. Yo también he sido adolescente.
“Seguro que no eras tan tonto de liarte con cualquiera, rayarte y que se líe con tu mejor amiga” pensé. Claro que no. No había nadie tan tonto.
    - En serio, sólo es una tontada que me ha pasado con las chicas…lo solucionaremos.
    - Vale. Te dejo tranquila – respondió. Puede que se lo hubiera creído o puede que no. En ese momento no me importaba. - ¿Entonces tu madre no ha llamado ni nada?
    - No, nada. Sólo para avisar de que llegaba tarde y tú tenías una reunión, nada más.
    - Esto es muy raro – dijo saliendo de la habitación.

Volví la cara al ordenador. Nadia se impacientaba y me mandaba zumbidos.

[Nadia] Veeeeeranito dice:
¡LILY! ¿QUIERES VOLVER? ¿SABES LO SÚPER FUERTE QUE ES ESTO?

_Lily_ Devolvedme mi vida dice:
Sí. La que no lo sabe eres tú

[Nadia] Veeeeeranito dice:
¿Qué? ¿Qué dices?

Decidí soltarlo de un golpe. No sabía cómo decirlo de otra forma, la verdad.



_Lily_ Devolvedme mi vida dice:
Esta tarde, tu nuevo ligue se ha liado conmigo. De ahí que estuviera en mi casa, Nadia. Ha venido, ha comido conmigo y después me ha empezado a besar. Horas. Y ahora esto.

[Nadia] Veeeeeranito dice:
Es broma. Sí, es broma.

_Lily_ Devolvedme mi vida dice:
No. Es todo verdad.

[Nadia] Veeeeeranito dice:
¿Y por qué no me lo has contado? ¿Es que estás loca? ¿Tú sabes cómo se ha portado él? Oye Lily, sólo ha sido un momento…diez minutos quizás, mientras venía el autobús. Yo no sabía nada. Yo no espero nada de él.

_Lily_ Devolvedme mi vida dice:
No importa. Soy tonta, ¿me crees capaz de enrollarme con un tío que acabo de conocer? Esto estaba cantado.

[Nadia] Veeeeeranito dice:
¿Y yo sí soy capaz de enrollarme con un tío que acabo de conocer, no?

_Lily_ Devolvedme mi vida dice:
Lo has hecho

[Nadia] Veeeeeranito dice:
Y tú

_Lily_ Devolvedme mi vida dice:
Oye, para. Tú te has liado con montones de chicos, sabes que yo no soy así.

[Nadia] Veeeeeranito dice:
Lo dices como si fuera malo. ¿Qué harás ahora? ¿Qué sientes por él?

_Lily_ Devolvedme mi vida dice:
No sé.  Me gusta…

Al momento de escribirlo me arrepentí.

_Lily_ Devolvedme mi vida dice:
Me gustaba. Nadia, ¿qué hacemos?

[Nadia] Veeeeeranito dice:
No sé. Tú lo que has conocido primero, es para ti.

_Lily_ Devolvedme mi vida dice:
Eso es absurdo. ¿A ti te gusta?

[Nadia] Veeeeeranito dice:
No sé. Es mono…y parecía majo. Pero ahora no sé que pensar.


Oí como la puerta de casa se abría. Esperaba que mi madre no subiese.

_Lily_ Devolvedme mi vida dice:
Hay que apechugar. Mañana hablaré con él.

[Nadia] Veeeeeranito dice:
¿Seguro que quieres hacer eso?

_Lily_ Devolvedme mi vida dice:
Sí. Yo no voy a dejar las cosas así. Puede que para él sea normal liarse con dos tías en un día, y además que son amigas. Pero para mí no.

Alguien se había conectado y me hablaba. Era Sam. Por fin tenía noticias de él. Debía haberle llamado, no había hablado con él en todo el día, y me supo mal.

--Sam--The child is grown, the dream is gone dice:
Hola, hola

_Lily_ Devolvedme mi vida dice:
Hola, Sam

--Sam--The child is grown, the dream is gone dice:
Oy, oy, oy, que seco ese saludo. ¿Qué te pasa?

Dudé si contárselo. Era Sam, mi Sam. Debía hacerlo, él siempre tenía algún sabio consejo. Y si no, se inventaba un amasijo de palabras complicadas de las que no sacaba conclusiones.


_Lily_ Devolvedme mi vida dice:
Demasiadas cosas.

--Sam-- The child is grown, the dream is gone dice:
¿Quieres hablar?

_Lily_ Devolvedme mi vida dice:
Sí…es largo, pero te lo voy a contar.

--Sam—The child is grown, the dream is gone dice:
Vale, tengo la noche libre, ¿y tú?

_Lily_ Devolvedme mi vida dice:
¿Qué?

--Sam--  The child is grown, the dream is gone dice:
Claro. Estás mal, ¿no? No te puedo ayudar detrás de la pantalla del ordenador

_Lily_ Devolvedme mi vida dice:
Sam, son las doce.

--Sam—The child is grown, the dream is gone dice:
Bueno, ¿y qué? Lily está mal, debo hacerlo J

_Lily_ Devolvedme mi vida dice:
¿Y cómo salgo de mi casa? ¿Qué excusa pongo? Es martes.

--Sam-- The child is grown, the dream is gone dice:
Sí, pero es verano. Va, que me estoy quedando helado en el parque este.

_Lily_ Devolvedme mi vida dice:
¿Qué?

--Sam-- Te child is grown, the dream is gone dice:
Pues eso. Lovegood’s Park, ¿no? Estoy aquí. No te he visto en días, y hoy no he hablado contigo, perdóname por ser un amigo que te echa de menos.

_Lily_ Devolvedme mi vida dice:
Ahora salgo, estúpido. No me puedo creer que hayas venido a estas horas.


Me despedí corriendo de Nadia diciéndola que estaba muy cansada. Nos habíamos quedado calladas, yo por hablar con Sam, y ella supongo que pensando en lo ocurrido. Cogí una chaqueta y bajé al primer piso. Mamá y David cenaban en silencio, notaba cierta tensión en el ambiente. No se habían acordado de mí, o habían supuesto que ya había cenado.
    - Ehh…yo…- empecé – tengo que salir un momento.
    - ¿A qué? – me preguntó mamá
    - Nadia se ha dejado unas cosas de la piscina en casa. Ha venido y se lo voy a dar – dije rápido, y me escabullí de allí cuanto antes.

Lovegood’s Park estaba justo al lado si sabías ir. Sólo había que girar dos veces a la derecha después de la casa de Fred. Pero Mónica y Nadia se habían paseado antes por todas las casas antes de llegar a la mía. La casa de Fred…miré y vi varias luces encendidas. Sin querer reduje el paso al pasar a su lado. Había gente en el salón. Oí un grito de su padre, que discutía con alguien. Todo el mundo discutía hoy, a todo el mundo le pasaban cosas malas. No era un buen día.

Lovegood’s Park tenía una preciosa zona verde, con bancos y mesas para ir a comer. Pero aquel chico larguirucho me esperaba sentado en uno de los columpios, con el flequillo castaño claro sobre la frente, como siempre. Me senté en el otro columpio.
    - ¿Cómo has venido? – pregunté
    - Me ha traído Zack
    - ¿Tu hermano te ha traído aquí? ¿Por qué?
    - Su novia vive dos barrios mas allá. Y sí, va a ver a su novia a las 12 de la noche, sus padres no están. Ahórrate los comentarios, todos pensamos lo mismo. Está claro que van a jugar al Monopoly.
    - ¿Pero por qué te ha traído a ti? – pregunté después de reír un rato.
    - Le dije que venía a ver a una amiga que hacía tiempo que no veía. A él le da igual, simplemente me tocó un poco las narices, y eso puedo aguantarlo…Oye, Lily, no quiero ser pesado, pero ¿qué te pasa?
    - ¿Ves esa casa? – dije señalando con la cabeza el caserón de Fred – Todo es culpa del que hay ahí dentro.
Me desahogué. Le conté todo a Sam. Cómo  había comido con Fred, lo que pasó después y lo de Nadia. Escuchó todo con atención. No sabía qué iba a responder. Seguramente me diría que era tonta, y que yo no era así, que estaba cambiada.
     - No te enamores – dijo Sam.
No era eso lo que me esperaba. Pero era un buen consejo. Podría haberle preguntado por qué, por qué él sabía que no debía enamorar de Fred, por qué no decía nada más. Pero no dije nada. Él me abrazó.
Fred Blake nos observó desde casa.

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