sábado, 12 de noviembre de 2011

Capítulo 6. Parte 3. Monica Wells

Monica miraba fijamente por la ventana del autobús. Los tirabuzones interminables y oscuros como el carbón tapaban su rostro. No podía dejar de pensar en Lily. Como si todo hubiera sido un sueño, recordó la llamada de Sam el domingo por la mañana, su voz alarmada y sus sollozos. Ella tampoco había podido contener las lágrimas mientras le escuchaba. Subió el volumen de su iPod y sin darse cuenta soltó un suspiro lleno de tristeza. Las notas de Aleluya, de Leonard Cohen la hicieron llorar de nuevo.

De repente alguien tocó su hombro. Sobresaltada, apagó la música y se giró. Era el chaval que se había sentado a su lado.
    - Perdona, ¿es tuyo? – preguntó, con un móvil en la mano.
    - Sí, gracias – dijo Monica y cogió el móvil – Se me debe haber caído del bolsillo.
Pero antes de que ella pudiera volver a girarse, el chico se percató de sus lágrimas.
    - Oye…¿estás bien?
    - Sí, sí, no pasa nada…- respondió Monica enjugándose las lágrimas.
    - Lo siento si soy muy pesado, pero me sabe mal que alguien que esté a mi lado vaya llorando… - insistió el chico – y más si es alguien tan joven, en este autobús sólo van viejas del pueblo…
    - ¿Eres del pueblo? – preguntó ella
    - Mis padres nacieron allí y vamos cada poco tiempo a visitar a mis abuelos, pero yo no me quedo mucho…tengo que recuperar las asignaturas que me han quedado de la uni
Monica se sintió un poco cohibida. No era muy dada a hablar con chicos, y le echó para atrás el saber que era más mayor que ella.
    - No te había visto nunca por el pueblo – dijo simplemente
    - Bueno, tampoco salgo mucho, no me gustan los pueblos pequeños. Por cierto, soy Danny. Soy el sobrino de los que llevan el bar del pueblo.
    - Yo Monica…Monica Wells…nadie de mi familia hace nada especial en el pueblo – dijo avergonzada.
    - ¡Eh! ¿Tu primo es Jack? Solía jugar con él – dijo ilusionado Danny.
    - Sí, es él…
Se quedaron en silencio unos segundos, y Monica aprovechó para observarle bien. Decía que iba a la universidad, pero en realidad parecía que tuviera su edad. No era demasiado guapo, aunque tampoco feo. Tenía el pelo rojo muy corto, su cara estaba llena de pecas, y sus ojos miel estaban llenos de simpatía.
    - Y…bueno…- siguió él - ¿Por qué vuelves a la ciudad?
    - Bueno, yo… - empezó Monica. No quería soltarle demasiado – Voy a ver a una amiga, y mis padres no querían volver tampoco así que…voy yo sola.
    - No quiero meterme donde no me llaman, pero creo que no lo estás pasando demasiado bien con tu amiga… - dijo Danny.
Monica no tenía muchas ganas de hablar con nadie, y menos con un chico que acababa de conocer. Sin embargo, conseguía alejarla un poco de la tristeza. La alegría de Danny le recordó a Sam. No estaban siendo los mejores meses de la vida de Monica.
Hacía tan solo unos meses había conseguido acercarse a Sam, pasando de ser una conocida suya, a ser una amiga. Sam no era como aquellos chicos babosos en busca de chicas fáciles como lo eran tantos otros que conocía. Sin embargo, Monica no era tonta. Pronto se había dado cuenta de que quien ocupaba el corazón de Sam no era ella, sino Lily. En muchas ocasiones, mientras lloraba, había pensado que Lily era sólo un estorbo, deseando que Sam se olvidara de ella. Luego se sentía culpable. Era su amiga. Al principio le alegró que Lily conociera a Fred, y deseaba que le eligiera antes que a Sam. Pero pronto descubrió que no era tan buen chico como parecía. Después de la tragedia, se había sentido tan culpable como si hubiera sido ella la que había echado a Lily a los brazos de Fred. Ella había deseado que tuviera algo con él. Esa tarde iría con Sam y Nadia al hospital, y le pediría perdón mil veces a Lily, con la esperanza de que pudiera escucharla.
Aún así, con tantas cosas pasándole por la cabeza, sacó fuerzas para contestar a Danny.
    - No están siendo unos buenos días ni para ella ni para mí - dijo con una sonrisa triste.
    - Lo siento. ¿Puedo compensarte? Si necesitas hablar, he dejado mi número apuntado en tu móvil.
Monica se puso roja.
    - Oh, eh…gracias. De todas formas no te preocupes, estoy bien – mintió.
    - Vale, escucha, arriba esos ánimos. No quiero ver a la juventud de este autobús así de triste. Deja esas canciones tristonas. ¿Te va AC/DC? Algo de ritmillo te sentaría bien – dijo Danny ofreciéndole un casco.
    - Gracias. Creo que sí me sentaría bien – aceptó.
Por lo menos, no pasaría sola y llorando lo que quedaba de viaje. Danny estaba siendo de gran ayuda.

La vida de todos había cambiado. 

4 comentarios:

  1. ¡¡Genial!! No me lo esperaba que a Monica le gustase Sam *_* Me encanta ACDC, me gusta Danny xD ¡Qué chico más majo!! ^^ Sube pronto, ^^
    ¡Besos!

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  2. Me encanta :) Vaya, nunca pensé que Monica le gustase Sam y el chico nuevo, Danny, es muy mono :3 xD ^.^ Sigue escribiendo por favor :)
    Besos :)

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  3. ¡Señorita!
    Tiene usted un premio en mi blog :3
    http://cronicasdethaishat-carla329.blogspot.com/p/premios.html

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  4. ¿De verdad que no? Intenté soltar un poquillo el tema de Sam y Monica en la conversación telefónica entre Monica y Lily xDDD
    Muchas gracias por leer :)

    Un preeemiooo ^^ Graaaciaaas

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