lunes, 31 de octubre de 2011

Capítulo 6. Parte 2. Sam Andrews

La habitación de Sam era un trocito de su corazón. En su corazón había sitio para su familia, para sus amigos…para Lily. Así se reflejaba en aquellas cuatro paredes. El color azul apenas se distinguía, cubierto por montones de fotos, corchos, recuerdos de sus diecisiete años de vida. Pero ahora casi todo su corazón estaba hecho pedazos, y en su habitación seguían todos los recuerdos.
Sam estaba sentado sobre la cama, con las piernas cruzadas y apoyado en la pared. A pesar del calor del verano, todo su cuerpo temblaba. Nunca se había sentido tan triste y tan desgraciado.  Se frotó la cara y echó su pelo rubio hacia atrás. Los recuerdos se agolpaban en su mente, unos por encima de otros, provocándole ganas de gritar, ira y desesperación. Sin embargo estaba ahí sentado, sin apenas moverse y en completo silencio. ¿Con quién podía compartir su tristeza? Ella era su mejor amiga. Pero nadie sabía que en su corazón ella era algo más. No recordaba cuándo empezó a amarla diferente. Poco a poco, según pasaba el tiempo, empezó a ver cómo Lily le parecía diferente a las demás. Cómo al estar con ella sentía un cosquilleo especial al que sentía con cualquier otra persona. Cómo ella sola iluminaba una habitación. Cómo sentía el vacío en su interior cuando ella se iba. De repente el mundo era oscuro sin ella. Su luz no estaba apagada, pero ya no brillaba con tanta intensidad.

Llevaba tres días sin apenas dormir. Sólo lo conseguía a ratos, y en ellos Lily sufría todo tipo de torturas. Ese día iba a verla al hospital. No sabía cómo iba a reaccionar. Quizás rompiera a llorar allí mismo. La abrazaría, derramaría mil lágrimas a su lado y su corazón se rompería definitivamente al verla allí, viviendo sin vivir. O quizás se quedaría inmóvil, mirándola, incapaz de articular palabra.

No entendía cómo alguien podía hacerle daño a alguien como Lily. Sentía ganas de ir a casa de Fred y romperle cada hueso de su cuerpo, hacerle pasar por todas las torturas posibles, para que sintiera sólo un pedacito del dolor que le había ocasionado a Lily, y del dolor que sentía él mismo.

Un desgraciado así se había ganado los besos y caricias de Lily, mientras que él, fiel amigo desde hacía tantos años no había conseguido nada. Pensándolo bien, tampoco había hecho tanto por ganar su amor. Nunca se había atrevido a confesarle lo que sentía, ni se había lanzado a ser más “cariñoso” con ella. Sam tenía demasiadas cosas en la cabeza.

Sam Andrews miró el reloj, se levantó de la cama, y salió camino del hospital a ver a la princesa cuyo nombre estaba grabado a fuego en su corazón.

6 comentarios:

  1. ¡Qué bonito! Te superas :)¡qué mono es Sam! Quiero leer ya el próximo :)

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  2. me ha encantado! es muy bonito :), aunque pobre Sam... Espero que publiques pronto la siguiente parte, y no te olvides de avisarme cuando lo hagas! :D

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  3. Precioso y sobretodo las últimas líneas :)
    Me encanta como escribes :) Espero la próxima parte :)
    Saludos :)

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  4. Ainnsss... Me le como :3
    Aunque sigo teniendo una duda... Esto de haber sabido cosas antes de tiempo no mola xDDD
    ¡A ver si subes pronto otro capítulo, coñe! jajaja
    ¡Beeesoooos! :3

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  5. :o DIOS ME HE LEIDO LO QUE ME QUEDABA Y FRED ES UN CABRON SIN SENTIMIENTOS IGUAL QUE SU PADRE ¬¬ EN QUE TIPO DE SEPTAS SE METE EL GILIPOLLAS ESE .( Pobre lily te juro que entre la musica y tu froma de escribir casi se me salta alguna lágrima :( pobre sam también dios tienes que seguir porque es genia ;D un besazo y ole los ovarios de la madre

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  6. ¡Muchas gracias a todos! :D Y siento las esperas entre capítulo y capítulo, ando muy ocupada y la inspiración no siempre viene cuando me gustaría T.T
    ¡Besos a todos!

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